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Paul

Sabemos que el nombre Paul proviene, o mejor dicho, se debe a que, en la antigüedad, hubo numerosos “cantanospauis“.

A 24 km de la cabecera municipal, en la ladera sur de la Serra da Estrela, Paul es una de las parroquias con más historia y tradición del municipio de Covilhã.

Está ubicada en la margen izquierda del arroyo Caia, afluente del río Zêzere que contribuye en gran medida a la fertilidad de sus tierras.

Se compone de los lugares de Paul y Taliscas.

El valle de Paul, rico en recursos hídricos, se encuentra al pie de la Serra da Estrela, a la que se puede acceder a través de algunos caminos peatonales. La topografía natural y la hidrología son claramente una ventaja por lo que, en términos de ocio, ofrece condiciones únicas para escapar del estrés de la vida cotidiana.

Grandes y pequeños disfrutan de un amplio abanico de opciones, desde la piscina natural abierta en los acantilados, los diques, los ojos de agua, la playa fluvial, complementado con la pesca deportiva y el piragüismo.

En el pueblo de Paul, algunos monumentos destacan no sólo por su carácter histórico y antiguo, sino también por su majestuosidad y magnitud.

Iglesia Madre

Este templo barroco tiene un artesonado rico en arte italiano, invocando a Nuestra Señora de la Anunciación, patrona del mismo y del pueblo, y es considerado por los especialistas como el cuadro pintado más grande de Portugal. De los cinco altares, tres destacan por sus ricas tallas doradas con fina ornamentación, además de las antiguas y hermosas imágenes litúrgicas allí implantadas.

Santuario

En la época de las invasiones francesas, la promesa dice que si Paul no sufría ningún daño, construirían una ermita en la cima del Monte da Fonte Santa y en los tiempos posteriores, durante el priorato del padre José Santiago, la población era animó a crear una comisión para la realización de la gran obra que daría como resultado el importante e imponente Santuario en honor a Nossa Senhora das Dores.

El Santuario construido en 1954 es, según los cronistas, uno de los más bellos de Portugal. Su imponente escalinata, flanqueada por doce capillas, cada una representando una etapa de la vida de Cristo, con figuras de tamaño natural, culmina en el templo, convirtiéndolo en un lugar de peregrinación.

El complejo incluye un Centro Apostólico con gran capacidad de formación espiritual, pastoral y sociocultural.

Vila do Paul también tiene una hermosa cruz rodeada por un pequeño jardín, la fuente en la plaza (donde las niñas van con gracia para llenar el pucarinho), el pueblo se abastecería de agua así como los animales podían saciar su sed. Todavía se pueden ver otros donde se colocaron bloques de tejas.